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7ma Personalidad: Mi debilidad
¿Qué cuál es? Tengo una cabeza que se divide en quinientos millones de pensamientos y avanza a los tropezones, choca los codos contra el marco de cualquier puerta y se encima a la primera lágrima que se niegue a llorar. Soy débil por naturaleza pero es mejor callarlo, tantas veces tengo pánico a querer que le he perdido la costumbre, tantas veces me pierdo los mejores abrazos porque dentro del hielo se siente mejor... mejor... o menos peor...
Still..?
Creo que vivo porque no me queda otra, ni siquiera intento superar mis "sub" debilidades, que son tantas y resulta mejor inventar la mayor nube de polvo rencorosa que jamás antes he tenido, sobre la persona que se fue, riéndome entre las palmas, histérico e ignorado, insuficiente y malintencionado. Nunca tuve el valor para discutir una palabra que estuvo de más y cuando al fin decidí hacerlo, me golpeé duro contra tus espaldas y es que tal vez no haya aprendido la lección, he obtenido aún más miedo... y la única manera de llevarlo adelante es dentro de la oscuridad que se respira cuando abrazo las rodillas en algún rincón. Sabés, me he aferrado a las amistades, más que a mi propia familia, párrafo aparte porque mucho sostén afectivo no han aportado, pero creo que en el fondo me he quedado solo y no me gusta, no puedo admitir que debo subsistir sin empuje.
Porque es cierto, no puedo. No puedo Fer, no quiero soportar ésto porque no existe otra alternativa, aún sabiendo que ya no te importa.
¿Cómo es que no...?
Y es que todo termina fluyendo hacia vos. Siempre muero sobre la misma lápida que lleva tu nombre. Me he graduado como mentiroso, con honores, sabiendo hoy que el título me sirve para nada y que la mayor parte de la culpa ahora es mía, mi debilidad, mi gran debilidad por apostar todo y por luego perderle las ganas.
Porque esa debilidad, esa misma séptima personalidad que hoy predomina, fue la de apostar tanto y la de no preveer siglos de antemano que vos, sí... vos, nunca fuiste para mí.
Gabriel
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